martes, 2 de marzo de 2010

Víctor Rubio evita el caos absoluto en el Gandia Bàsquet

El técnico convence a seis jugadores para que se presenten mañana en el partido de liga contra el Alginet
Otra jornada para frotarse los ojos en el deporte de Gandia. Tano, de buena mañana se encontró encima de la mesa con la dimisión de toda su junta, adelantada ayer por LAS PROVINCIAS. Víctor Rubio, desayunó con la descomposición de su plantilla. Julio Santandreu, con el caos generado por su aparición en escena. A destiempo, pero quizá medida y calculada, para que algún despistado le señale hoy como el gran salvador.
Pero el gran salvador del caos absoluto tiene nombre y apellidos: Víctor Rubio. Sin él, el equipo no se presentaría mañana en Alginet. Nueve jugadores tenían decidido abandonar: Gitterer al Palencia, Goyo Domínguez al Palma Bàsquet, Rubén Burgos al Onda Urbana Castellón, Javi Rodríguez e Iván Zhauniarovich al Quintaner de la Orden, Fabio García al Almàssera, Castillo y Prieto al Tavernes y Guía pensó hasta en dejar de jugar. Sólo contaba con Alvarado y Segovia.
Para llegar a ese punto a las 10 de la mañana, la noche anterior también tuvo un momento especialmente significativo. Rubén Burgos se presentó en la Asamblea del CF Gandia, para abordar a los miembros de la Asociació per l'Esport. Dionisio Ollero, advirtió a sus colaboradores que no podrían entrar a la reunión de socios, y estos advirtieron a Apleg que evitaran el bochorno. Se reunieron en una salita conjunta y las explicaciones no debieron convencer a Burgos que al salir, se dirigió al domicilio de Tano para pedirle la baja. Con él, otros compañeros de la plantilla.
Día de reuniones
Mientras esto se producía, otra reunión decidía dejar sólo a Tano. Los directivos Manolo Valls, Doménech Ardit, Noélia Escrivá, Vicent Signes y Joan Gaspar presentaron su dimisión irrevocable. Tano firmará en breve un convenio con Apleg para que gestione el club.
Retomando la mañana, el presidente Tano, junto a Julio Santandreu y José Luis Gomar, piden un balance de daños al entrenador Víctor Rubio. Con sólo dos jugadores, el ridículo en Alginet estaba servido. El caos en la cantera también. Rubio echó mano del teléfono y logró retener a seis jugadores: Javi Rodríguez, Zhauniarovich, Fabio García, Guía, Alvarado y Segovia. Cantidad legalmente insuficiente. La solución de emergencia no puede ser más a la desesperada. Se le tramita la ficha a Úbeda, que sólo entrenaba con el equipo y, el colmo, al tercer entrenador, Iván Salom.
Con la continuidad de algunos de ellos, Rubio indirectamente salvaba los muebles en la base, porque varios de ellos son monitores de los niños de la escuela, que ya se han quedado sin entrenador algunos días. Gitterer y Burgos, que confirmaron su marcha, dejan un hueco en la nómina de técnicos de la cantera. En la Asamblea de fútbol, a alguien de Apleg se le escapó: «La que hemos liado». El deporte de Gandia camina impasible hacia la madre de todas las fusiones. Una gran superficie temática con un único control. Fútbol, baloncesto, fútbol y basket de empresas, y fútbol-sala. En breve el Ciudad de Gandia a reclamará lo suyo. Y Apleg ayudará a Juanjo Hidalgo. Para verlo

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