viernes, 5 de febrero de 2010

AVISO A NAVEGANTES




El club que preside Tano no puede hacer frente a los gastos de esta temporada sin el patrocinador ni las subvenciones previstas

La directiva del Gandia Bàsquet compareció ayer ante la prensa local para lanzar su último mensaje de socorro, esta vez en forma de ultimátum: «Si no llegan las ayudas que esperábamos antes del día 15 de febrero, no nos quedará más remedio que retirar al equipo de la competición de liga», afirmaron los dirigentes. Se llega a esta situación después de dos meses sin poder hacer frente a las mensualidades de los jugadores y cuerpo técnico.
Tano, Manolo Valls y Domènec Ardit expusieron la situación «insostenible» por la que atraviesa el club y explicaron que el Ayuntamiento se comprometió a abonar 150.000 euros y a buscar un patrocinador, cuestión esta última que no se ha cumplido.
También hablaron de la promesa aún pendiente de Arturo Torró con los 100.000 euros de la Diputación y explicaron que la junta directiva ha puesto de su patrimonio personal 700.000 euros y que ya no pueden seguir aportando más dinero.
Con semblante serio y cariacontecido Tano habló de sus últimas sensaciones en busca de soluciones: «Llevo un mes detrás del Ayuntamiento. Sé que Liduvina hace lo que puede, pero no hay patrocinador. Hable hace diez días con Pilar Gavilá, del Partido Popular, que me dijo que habría dinero de la Diputación. Torró habló con Rus. El lunes lo llamé y no contestó. El martes me personé en su despacho y ya no tenían claro el dinero que iban a aportarnos. Estamos sin dinero desmoralizados y con las soluciones agotadas».
El presidente insistió en que los últimos días han sido especialmente difíciles: «Me he encontrado con las paredes por delante cuando he ido a hablar con la gente, les pido a todos que piensen en el baloncesto y en la gente que viene a disfrutar de nuestro deporte». El calvario del Gandia Bàsquet comenzó con la retirada del patrocinio de Aguas de Valencia.
El mismo año en el que la concesionaria de las aguas potables de la ciudad firmaba el millonario acuerdo de renovación con el ayuntamiento, desaparecía su patrocinio sobre el club, logrado en anteriores legislaturas.
El consistorio reaccionó con una estratosférica subvención de un millón de euros que resultó ser pan para hoy y hambre para mañana, porque fue retirada para la presente campaña.
El tiro de gracia en la temporada pasada lo puso la Diputación, porque pasó de aportar 120.000 euros en 2.008 a cero en 2.009. Sin el patrocinio de Aguas de Valencia y con la reducción de la ayuda municipal a una décima parte, el club se sintió abandonado a su suerte.
Aún así, gestiones de última hora permitieron la salida en EBA, con el compromiso de una aportación local de 150.000 euros y la ayuda en la búsqueda de un patrocinador. Mientras tanto, se esperaba el acuerdo con la Diputación en busca de nuevas ayudas.

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